Como una especie de contenido extra o "bonus" he traducido una entrevista que le hicieron a Joan Collins hace tres años, cuando el canal CBS Drama repuso "Dinastía" en el Reino Unido. Para no hacer spoilers, la he partido por temporadas y la iré intercalando entre las mismas, a medida que se vayan publicando los episodios de DYNASTY REDUX.
¡Abrid las puertas, entra Alexis... O lo que es lo mismo, Alexis!
Recuerdo perfectamente aquella llamada telefónica
mientras tomaba el sol junto a la piscina en Marbella. Era Agosto de 1981,
estaba de vacaciones con mi familia y amigos, era mi agente y llamaba para
decirme que me querían para “Dinastía”:
- "¿Qué es eso de Dinastía? ¿Un restaurante chino?"
- "Es una gran serie americana de televisión. ¿No has oído hablar de ella?"
- "Ni idea"
- "Bueno, pues necesitan conocer tu respuesta urgentemente, empiezan a rodar la segunda temporada dentro de dos semanas y te quieren para el papel de Alexis"
- "Mmmmm, me gusta ese nombre. ¿Para cuanto tiempo?"
- "Te necesitarán para seis semanas aproximadamente"
Como ya es sabido esas seis semanas se prolongaron
durante los nueve años más fascinantes de mi vida y cuesta creer que hayan
pasado 30 años desde que todo empezó.
Pase de ser prácticamente una desconocida en America a
convertirme en una de las actrices más famosas de la TV. Mi cara estaba
prácticamente en todas las revistas y periódicos, y todo lo que hacía era pasto
de los paparazzi.
En mi primer dia de rodaje tuve que llevar el mismo
traje que había llevado una actriz desconocida en el último episodio de la primera
temporada. Los productores no habían encontrado a la actriz para el papel, se
lo habían ofrecido a Elizabeth Taylor y Sophia Loren, y lo habían rechazado. Tenían verdaderas
discusiones para encontrar a quién debía interpretar a Alexis.
Aunque después cambiaron de opinión, pocos ejecutivos
querían a Joan Collins. Si no podían conseguir a Liz o Sophia, se conformaban
con Jessica Walters, y solo fue gracias a mi viejo amigo, el productor Aaron
Spelling, que luchó por mí, que finalmente accedieron.
Así pues en aquella soleada mañana de noviembre, me
vestí con aquél traje blanco y negro de segunda mano, una gran pamela con velo
y gafas de sol para entrar en la sala donde se juzgaba por asesinato a Blake
Carrington –el ex marido de Alexis”.
Todo el reparto de la serie estaba sentado enfrente en
el tribunal, mirándome de arriba abajo, susurrando el uno al otro al oído cosas
sobre mi cara, mi figura, mi interpretación y mi ropa. Me di cuenta de todo eso
mientras me sentaba en el estrado y me alegré de haber memorizado totalmente
las quince páginas de dialogo.
Me quedé con la mirada de Blake (John Forsythe), que
me devolvió una sonrisa desagradable y me pregunté si estaba actuando o si no
le había sentado bien el desayuno, pero como yo también le devolvía miradas de
odio, ya que Alexis despreciaba a Blake, era más bien una interpretación.
Krystle (Linda Evans) me sonreía con dulzura, pero
entonces recordé lo que me dijo su ex marido en una ocasión: “Linda siempre me
sonríe como si fuese la única persona en todo el mundo que querría ver”. Fue
entonces cuando me di cuenta de que ella sonreía a todos de la misma manera.
El rostro más amistoso entre todos ellos fue el de
Jeff (John James), que me guiñó el ojo y levantó sus pulgares, animándome. John
y yo nos convertimos en muy buenos amigos y todavía estamos en contacto.
Durante el juicio de Blake, tenía que testificar que
había peleado con mi amante, añadí mucho veneno dulce de mi cosecha en mis
frases sobre Blake, y pude comprobar que aunque no les enfocaba la cámara,
estaban intrigados.
Al día siguiente, Nolan Miller, el diseñador del
fabuloso vestuario de Dinastía me dijo que cuando Aaron Spelling y varios
ejecutivos de la cadena ABC estaban viendo los resultados del rodaje del día,
todos se quedaron sin palabras cuando me quite las gafas de sol y me levante el
velo. “Ponle muchos sombreros” le dijo Aaron a Nolan. “Le sientan genial los
sombreros”.
Poco después de la entrada de Alexis, la serie, que
había estado agonizando en las audiencias, empezó a escalar hasta lo más alto.
El correo de admiradores de Alexis empezó a inundarlo todo y la sentencia del
estudio fue: “Ponedle los vestidos más espectaculares a esta mujer y sacadla
todo el rato. Los espectadores la adoran”.
"Dallas" ya era un gran éxito, y Larry Hagman, que
interpretaba a J.R. Ewing era el villano nº 1 de la televisión. Pero ahora
había una nueva malvada en una serie rival: yo. Alexis era un papel
magníficamente suculento, pero todavía estaba sorprendida por la rapidez con la
que el espectador la aceptó. Les encantaban las frases sarcásticas que lanzaba
a Krystle y Fallon. Cuando Alexis ve por primera vez a su hija tras quince años
de exilio por culpa de Blake (ante el desafío descarado de Fallon) ella le
suelta ronroneante: “Veo que tu padre te ha arreglado los dientes, pero no la
lengua”.
CONTINUARÁ…
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