Aunque el episodio anterior se titulaba “Blake va a
la trena” no era cierto –al menos de momento- así que aunque Fallon cometió
perjurio tampoco puede titularse “Fallon entre rejas” porque el Juez es magnánimo,
pero eso no le libra de otra condena… Después de acusar a Steven de ser el
culpable de todo lo malo que les está pasando: desde el juicio de Blake a la
muerte de Ted, Fallon confiesa a Jeff que puede haberle perdido para siempre.
Las ricas (y zorras) también lloran
Además, en este juicio no se sabe muy bien si lo está
pasando peor Blake o Steven, porque como ya dije en el episodio anterior parece
que estuviesen juzgando a Steven por ser homosexual. Es la estrategia para la
defensa. Steven estaba intentando “rehabilitarse” para convertirse en un
heterosexual como Dios manda, pero llegó Ted y lo estropeó todo. Blake tenía
que proteger a su hijo.
Y viendo el buen resultado que dio el perjurio de Fallon,
el abogado de Blake decide pasarse por el forro de la chaqueta la ética
profesional y hace desfilar a todos sus testigos para que mientan
descaradamente. El primero es Joseph, que sube al estrado para decir que Blake
nunca dijo “¡Le mataré!” sino “¡Le echaré!”. Y el estirado Joseph resulta
creíble para todos, incluso cuando el fiscal intenta demostrar que la sordera
del mayordomo le impedía haber escuchado bien. Para hacerlo susurra algo de
espaldas al testigo… ¡Todo muy teatral! Pero le sale mal la estrategia, porque
Joseph demuestra que le ha escuchado bien.
¡¡¡GA-ES, GAAAEEES!!! "¿Me escucha Sr. Anders?"
No sabemos muy bien que valor tiene el testimonio de
una prostituta en el juicio contra Blake, pero como se trata de demostrar que
Steven empezaba a ser todo un machote heterosexual, así que el abogado llama a declarar
a Sarah Pat, aquella que en vez de acostarse con Steven cuando Walter le llevó
al burdel se puso a ver la tele con él. Y habiendo cobrado por anticipado, como
buena meretriz, Sarah Pat miente y dice que Steven la puso mirando a Wyoming.
En esta ocasión el fiscal lo tiene mejor y logra que invaliden el testimonio porque
viene de una profesional de la prostitución… o sea, una actividad ilícita.
"Sr.Laird ¿le importa pagarme por adelantado? Son 200"
¡¡¡DIOS!!! ¡¡¡Que cambien al artista, que horror!!!
Incluso la buena de Krystle se ve obligada a mentir,
aunque no por dinero. En el estrado, la actual Sra. Carrington se vuelve amnésica
total y declara que nunca ha visto a Blake en una actitud violenta. Que si, que
tiene un carácter un poco volátil, pero no es violento. ¿Y la violación por
tomar la píldora que fue… una noche apasionada o la precuela de 50 sombras de
Grey? ¿Y la paliza que le dio a Michael por acostarse con Fallon? ¿O lo que
hizo con Walter el dia de su boda ante decenas de testigos? El fiscal lo tenía
fácil, pero no hace bien su trabajo y deja que Krystle ablande el corazón del
jurado cuando asegura que Blake ama a su familia, incluyendo a ella y a Steven.
Krystle predecesora de la infanta: "No se, no me acuerdo"
Sabiendo que a pesar de todo las cosas no pintan
bien para Blake, Andrew desobedece sus órdenes y llama al estrado a Claudia. El
fiscal, amigo de Matthew, le llama para comunicárselo. Matthew llega a la sala
justo cuando Claudia está testificando y reconoce que fue la amante de Steven y
se acostaron en varias ocasiones, durante las cuales Steven fue el perfecto
heterosexual.
"Si señor hicimos guarreridas heterosesuales"
Matthew siente un incipiente ataque de cuernos y...
Matthew acaba entre rejas por desacato y temiendo por su reacción cuando sea
liberado, Claudia recoge a Lindsay para meterla en el coche cual maleta. Pero ya conocemos a la pesada de Lindsay, que cuando no llora, se cabrea y berrea. Claudia se distrae un momento de la carretera por culpa de la niña y se sale de la carretera en un terrible accidente...
El último en subir a declarar es el propio acusado,
Blake, que se pone la piel de cordero y prácticamente hace que todos lloren
cuando cuenta que su ex esposa le abandonó a él y a sus hijos y que ha sido un
padre ejemplar para ellos durante estos años. Steven le mira perplejo… Cuando
le toca el turno al fiscal, Blake se defiende bastante bien y no consigue que
reconozca ser un homófobo.
"¡¿Yo homofobo señoría?!, pero si tengo muchos amigos gays"
A estas alturas el juicio parece haber llegado a su
fin, pero el fiscal le dice al Juez que tiene un último testigo que se ha
retrasado. Cuando por fin llega, una misteriosa mujer con enormes gafas de sol,
pamela y velo sobre la cara entra en la sala dejando a todos boquiabiertos.
Pisa morena, pisa con garbo...
“¿Pero
que hace ella aquí? ¡A qué viene esto!” le pregunta Blake a Andrew. Y es Fallon
la que nos saca a todos de dudas: “¡Dios mío, es mi madre!”
Y con este final, de episodio y de temporada, con la llegada de
este zorrón con tacones sabemos que empieza lo mejor, aunque tendremos que
esperar a la segunda temporada para que empiece la diversión.