Por muy pesado y acosador que nos pareciese Ted
ahora que está muerto nos da pena… aunque no podemos decir que le echemos de
menos. Pero su muerte ha causado un gran revuelo en Denver, porque toda la
prensa y la policía han acudido como moscas a la mansión Carrington. Tanto ha
sido el revuelo armado, que aunque Krystle se había marchado hace más de diez horas,
y ya debía estar a cientos de kilómetros de Denver, ya está de vuelta y
enterada de la trágica noticia, dispuesta a apoyar a su esposo –olvidando la
humillación que le hizo pasar el día anterior. Blake, tan cabezota como
siempre, se niega a ir con la policía a comisaria porque insiste en que fue un
accidente.
A Blake le ha abandonado su laca a la hora de declarar
Después, como un niño malcriado, dice que no irá hasta que vea a
Krystle, pero el plan le sale mal porque ella ya está ahí y le abraza como si
nada hubiese pasado. Doblemente esposado (con las esposas y del brazo de Krystle) Blake debe desfilar por el interminable
pasillo de su mansión escoltado por la policía y con toda la prensa esperándole en la
puerta principal.
¡¡¡Si me quereí irse... si me quereí marcharse!!!
Nos preguntamos cómo han llegado todos esos paparazzi hasta ahí si se supone que la
mansión es una propiedad privada con guardias de seguridad ¿A estos no les
echan los perros como a Walter? ¿Han saltado las verjas como si fuesen una
horda de zombis hambrientos?¿Se han muerto los perros?
Da igual, en comisaria Blake se entera de que la
fiscalía va a pedir que le acusen de homicidio en primer grado porque la muerte
de Ted fue premeditada. De haber sido un homicidio involuntario, por un
accidente como Blake asegura, le hubiesen dejado en libertad bajo fianza. ¡Y se
quejan de la doctrina Parod! ¡Parece que en 1981 la ley era bastante benévola con
los asesinos! Blake le ordena a Andrew que mueva los hilos necesarios para
rebajar esos cargos, pero el abogado le dice que esto no es la Semana Fantástica
del Corte Inglés y se ha hecho demasiados enemigos.
La muerte de Ted ha dejado muy tocado a Steven, que
acude con Fallon al entierro de Ted en Dakota del Norte. Cuando vemos a su
familia todo encaja y entendemos porque el pobre Ted era así y salió corriendo
de allí, porque parecen los protagonistas de “Las colinas tienen ojos”. Y como
era de esperar, esa gente no quiere tener nada que ver con Steven.
Tienes suerte Steven, al menos no te han comido...
En la vida real un acusado tiene que esperar meses y
hasta años para que se celebre su juicio (¿verdad Pantoja? ¿verdad Ortega
Cano?), pero en Denver la justicia es rauda y veloz como el rayo y apenas una
semana más tarde de la detención de Blake ya están todos en los tribunales para
asistir al Show de Blake juicio contra Blake Carrington por asesinato en
primer grado.
Si, aunque no lo parezca eso son cámaras de fotos
Blake Carrington acosado por el "Right there's Tomato" (al
fondo se puede ver a Happy Mocito)
Blake no ha tenido suerte, no solo no ha
conseguido rebajas en sus cargos sino que el fiscal del estado es un buen amigo
de Matthew Blaisdel que le guarda rencor por no haberle permitido entrar en su
equipo de futbol y que piensa utilizar el juicio como atajo para llegar a Gobernador.
Andrew se ocupa de la defensa de Blake, que como bien recordamos por el
episodio piloto, ya había sido un gran abogado capaz de librar de la cárcel a
un amigo ricachón de la familia que estranguló a su esposa con sus medias. Lo
curioso es que aunque en teoría el juicio es por homicidio contra Blake, desde
el principio se convierte en un tribunal inquisitorial por la homosexualidad de
Steven y de la víctima. Si… la justicia
en Denver era realmente extraña.
El argumento de la defensa es que Steven se estaba apartando
de su vida gay y cuando Blake vio a Ted abrazando a su hijo quiso evitar que
volviese a las andadas, se enfadó y quiso acompañarle a la salida, pero tropezó
y se abrió la cabeza por accidente. En cambio el fiscal está dispuesto a demostrar
que Steven no era gay y llama al estrado a Ed, aquél empleado de Matthew que
vio a Steven y Ted haciendo manitas en el bar porque eran unos “pre-vertidos”.
En una conversación en el despacho de Matthew, tras escuchar las últimas noticias sobre el juicio, Claudia le dice a Matthew que Steven
no es gay del todo… y Matthew le pregunta como sabe ella eso.
¡Ups! ¡¡¡Claudia piensa rápido!!!
Claudia le dice que Steven se lo confesó en una de sus
conversaciones casuales, pero a Matthew le parece una conversación un poco rara. Será mejor que practique un poco por si la hacen subir al estrado.
Afortunadamente para ella, Blake no quiere que Claudia
suba a testificar y se lo deja muy claro a Andrew. Según Blake lo
hace porque no quiere traumatizarla y enviarla de vuelta al sanatorio, pero en
realidad lo que teme es que si Matthew se entera de que se acostó con Steven
podría pedir el divorcio e ir de nuevo a por Krystle.
El juicio continúa un día más y le toca el turno de
declarar a Jeanette, la criada olvidadiza de la mansión, que estaba junto a
Joseph cuando Blake llegó a casa la noche del incidente.
Jeanette cuidado con lo que dices que vas a la cola del paro
En esta ocasión no se ha
olvidado de nada, recuerda que Blake se puso muy furioso cuando supo que Ted
estaba en la habitación de Steven y que
dijo “¡Le mataré!”. Algo que desde luego pone en serios apuros a Blake y a su
estrategia de defensa.
Pero no hay por que preocuparse, quien sino la
querida niñita de Blake está allí para sacarle las castañas del fuego a su
padre. Fallon está dispuesta a cometer perjurio para salvarle de la cárcel y
testifica bajo juramento que fue Ted quien atacó a Blake cuando quiso que
saliese de la mansión. Ted tropezó con una caja
y se golpeó la cabeza. ¡Claramente un accidente señoría! El problema es
que Fallon no declaró eso ante la policía, pero ella dice que estaba
confundida.
¡Se lo juro por Snoopy Señoría!
Antes de volver al juicio nos trasladamos hasta la
sala de accionistas de la Denver Carrington, que como buenos buitres que son
ven la ocasión de quitar de en medio a Blake, pero no contaban con su arma
secreta: Krystle. Blake consigue que su esposa presida la reunión de
accionistas y ponga a todos en su sitio. Y la rubia sería una simple secretaria
cuando trabajaba allí, pero aprendió mucho, porque lo hace perfectamente.
Krystle sigue trepando: de secretaria a presidenta
El último testigo que sube al estrado en esta
primera parte del juicio es Steven, que lo pasa muy mal declarando, temblando y
con sudores fríos cada vez que el fiscal le cuestiona y grita de mala manera.
Steven
declara que Blake empujó a Ted y que Ted no se defendía. Todo lo contrario de
lo que había dicho su hermana en su declaración. Cuando el fiscal le presiona y
le pide una explicación Steven se derrumba y dice que Fallon ha mentido.
Fallon antes de que Steven se ponga en plan David Civera:
Que la detengan, es una mentirosa, malvada y peligrosa...
Fallon no sabe dónde meterse, pero por suerte para
ella el episodio termina aquí. ¿Acabará Blake en la cárcel? ¿Por qué se titula
así el episodio si no la ha pisado? ¿La pisará Fallon por cometer perjurio?
¿Porque hacemos tantas preguntas si esto no es “Enredo”?
Las respuestas las tendremos la
semana que viene, en el último episodio de la primera temporada de DYNASTY
REDUX.